A través del programa Innova Región de Corfo, surgió Sanat Kumara la biofábrica de insumos para una agricultura sustentable en la región de Arica y Parinacota.
La naciente pyme comenzó su trabajo a fines de 2023 a través del cofinanciamiento del programa Innova Región de Corfo, y tras casi un año y medio de Investigación más Desarrollo (I+D), tanto en laboratorio como en campo, efectuó la presentación de la marca Sustancial y sus bioproductos a través de una jornada realizada en el kilómetro 32 del Valle de Azapa, específicamente en la parcela de Elexis Karl.
Presentación
La beneficiaria de la iniciativa, Erika Calderon Riquelme, junto al investigador, Germán Sepúlveda Chavera, efectuaron una didáctica charla dirigida especialmente a productores agrícolas de la región y a una delegación del Maule del programa Corfo Red de Proveedores Hortisur, para mostrar las ventajas que significa el manejo eficiente de la fertilidad de los cultivos y así aplacar los múltiples problemas asociados al uso de plaguicidas.
“A través de asesores, nos hablaron de la Corfo, que tiene distintos programas de ayuda para desarrollar este tipo de iniciativas. Han sido excelentes, nos han ayudado mucho. Los aportes nos permitió desarrollarnos y adquirir elementos para cumplir nuestro objetivo, que es tener un laboratorio en Arica, para elaborar nuestros bioproductos”, destacó Erika, quien es profesora de educación básica.
La biofábrica Sanat Kumara desarrolla tecnologías basadas en economía circular, utilizando insumos de bajo costo, minimizando la generación de residuos en sus procesos productivos. Ofrece tecnologías basadas en microorganismos locales (macrozona norte de Chile), rescatados de ambientes áridos, salinos y bóricos, como alternativa para promover el crecimiento vegetal y fortalecer la productividad agrícola. El sistema productivo se basa en procesos fermentativos dirigidos, individuales y controlados.
El objetivo del proyecto consistió en elaborar bioproductos para la agricultura, con certificaciones y calidad garantizada, para el manejo eficiente de la fertilidad de los cultivos y el manejo de plagas y enfermedades, que no generen ningún tipo de contaminación o alteración del ambiente.
“Son todos microorganismos colectados en los valles de Lluta y Azapa, en precordillera también, y fuimos seleccionando por su función o por su habilidad para estimular el crecimiento de las raíces o estimular el desarrollo de las plantas y también para evaluar el efecto de mitigación sobre algunas plagas y enfermedades”, explicó Sepúlveda, quien posee una experiencia de 30 años de investigación.
El socio del Programa Tecnológico Consorcio del Desierto de Corfo agregó que “representa un desafío importante para posicionar la marca y para promover el uso de los bioinsumos en la agricultura. Eso significa también más salud para el ecosistema y más salud para las personas, para todos los consumidores”.
Los resultados del proyecto permitieron, la validación de estos bioproductos en condiciones de campo en cultivos de hortalizas del Valle de Azapa, contribuyendo con ello a la disminución del uso de agroquímicos peligrosos para la salud y el medio ambiente.