Una delegación de 13 jóvenes vinculados familiarmente a la producción lechera, viajó en abril a Países Bajos e Irlanda en una gira de prospección tecnológica, organizada por el “Área Jóvenes” de la Asociación Gremial de Productores de Leche de la Región de Los Ríos, Aproval y cofinanciada por Fomento Los Ríos.
El objetivo fue claro: explorar sistemas y tecnologías que puedan adaptarse a la realidad chilena, con foco en eficiencia productiva, automatización, desarrollo genético y modelos colaborativos sectoriales, una experiencia que dejó huella en todos sus participantes.
Se trató del primer viaje internacional de captura tecnológica de este grupo gremial que nació en 2022 con apenas ocho integrantes y que hoy cuenta con 13 miembros activos, todos hijos, nietos o familiares de productores.
“Queríamos ofrecer una estructura de participación real a las nuevas generaciones y no sólo hablar del problema de la sucesión en las lecherías. La idea era que tuvieran un espacio propio, con identidad y voz dentro del gremio”, explica José Luis Delgado, gerente de Aproval.
Por su parte, Pablo Díaz, director de Fomento Los Ríos, valoró el impacto de la iniciativa y destacó el rol de la institución en apoyar este tipo de experiencias. "La innovación no ocurre sólo en los laboratorios o centros de investigación, también nace del intercambio de experiencias y de la apertura a nuevas formas de hacer las cosas. Esta gira es un claro ejemplo de cómo el conocimiento adquirido en terreno puede convertirse en una herramienta concreta para modernizar y proyectar la actividad lechera de nuestra región. Desde Fomento Los Ríos estamos comprometidos con acompañar estos procesos, especialmente cuando involucran a jóvenes que están tomando el relevo en los sectores productivos. Creemos firmemente que la continuidad y la sostenibilidad del rubro pasan por entregar oportunidades reales de desarrollo a las nuevas generaciones".
La agenda, construida de manera participativa entre los integrantes del grupo, incluyó tres días en Países Bajos y cinco en Irlanda, ambos destinos seleccionados por su liderazgo en innovación, y por su vinculación con sistemas pastoriles asimilables al sur de Chile, respectivamente.
Automatización con sentido familiar
A pesar de que tres de los 13 viajeros ya están operando en sus predios familiares salas de ordeña robotizadas, el alto nivel de automatización de Países Bajos impactó a la delegación por su profundidad.
Para Francisco Daniel, joven productor con experiencia en un predio familiar de 320 vacas en Crucero, Río Bueno, lo que más le impresionó "fue ver grandes campos operados por una familia, entre dos o tres personas, sin perder eficiencia ni calidad. La presencia de robots de ordeña, sensores y sistemas conectados permite que el trabajo sea más eficiente y menos dependiente de mano de obra externa".
Manuel Benítez, administrador desde 2018 en Agrícola Puquitrán, Río Bueno, destaca que “la tecnología, como la de Lely, está atrayendo a nuevas generaciones al campo porque facilita la gestión y profesionaliza el oficio”.
Ambos ven viable la incorporación progresiva de herramientas tecnológicas en predios chilenos, aunque reconocen barreras económicas y culturales para su masificación.
Irlanda: una lechería cohesionada y basada en datos
Irlanda, sin embargo, fue para varios el punto más alto del viaje. “Lo que más rescato fue el sistema unificado de información”, señala Francisco Daniel. “Existe una base de datos común que agrupa producción, genética, rentabilidad y preñez, y esa información se comparte con centros de investigación. Todos miden igual y nadie oculta nada”.
Ignacio Henríquez, ingeniero agrónomo incorporado recientemente a la lechería familiar en Río Bueno, agrega que “a diferencia de Chile, donde cada empresa mide distinto, en Irlanda todos usan el mismo sistema. Eso genera decisiones basadas en evidencia, alineadas entre sector público y privado”.
La ingeniera comercial Georgia White, nacida en Nueva Zelanda y que regresó a Chile tras vivir en Inglaterra, observa que Irlanda representa una evolución del modelo neozelandés que ha sido históricamente referencia para Chile. “En Irlanda los agricultores internalizan sus KPIs. Sus campos son negocios, no hobbies. Todas las decisiones están basadas en números”, comenta.
Georgia White, recientemente incorporada a la lechería familiar con operaciones en Puerto Octay y Puyehue, además, destaca el enfoque colaborativo del país europeo: “Allá gremios, plantas, agricultores y centros de genética hablan el mismo idioma. En Chile ese sistema no existe; en Nueva Zelanda ese sistema se privatizó, pero en Irlanda el acceso a la información está democratizado. Este un ejemplo que el país debería mirar”.
Adaptabilidad y realidad local
Para Manuel Benítez, el contraste entre ambos países mostró cómo distintos entornos pueden afrontar desafíos comunes: escasez de mano de obra, presión ambiental, límites de crecimiento predial y necesidad de eficiencia. “Cada uno adapta las herramientas a su realidad. En mi caso, quiero perfeccionar el sistema de pastoreo y avanzar hacia una vaca eficiente para ese sistema, complementando con mejor gestión de procesos”, explica.
Francisco Daniel coincide en que hay aprendizajes implementables a corto plazo. “Las pruebas genómicas desde el nacimiento pueden ser una gran herramienta para tomar mejores decisiones desde el inicio”.
Ignacio Henríquez, en tanto, proyecta replicar el conocimiento en su comunidad. “Nuestra meta como grupo es compartir esto con otros jóvenes. Las visitas a predios y nuestras reuniones mensuales serán clave para transferir lo que aprendimos”.
La visión institucional: colaboración y continuidad
La encargada de proyectos de Aproval, Andrea Gruzmacher, quien participó en el diseño del viaje, destaca que esta gira se enmarca en un proyecto de Fomento Los Ríos orientado a la prospección tecnológica. “Es un instrumento que financia hasta un 60% del costo de una iniciativa como ésta. La finalidad es construir capacidades tecnológicas para los sectores productivos”, explica.
Para Gruzmacher, uno de los mayores aprendizajes fue el “lenguaje común” del sector irlandés: “Existe un centro que agrupa toda la información: producción, genética, preñez, análisis. Esa unidad en el manejo de datos facilita la toma de decisiones y mejora la eficiencia del sistema completo”.
Más allá de lo técnico, la encargada de proyectos del gremio subraya el efecto interno de la experiencia: “Durante el viaje, el grupo se fortaleció. Hubo conversaciones muy valiosas entre ellos. Compartieron experiencias, datos, soluciones. Ese vínculo que se genera entre pares es tan importante como la visita misma”.
Un modelo gremial que proyecta futuro
El Área Jóvenes de Aproval cumple tres años en agosto y ya suma hitos relevantes: participación en el Encuentro Panamericano de Jóvenes Lecheros Fepale en Paraguay (2023), esta gira a Europa, y la proyección de nuevos eventos de intercambio.
“Este grupo es una apuesta por la continuidad, por formar líderes que piensen la lechería desde dentro, pero también con visión gremial y técnica”, afirma José Luis Delgado. “La mayoría trabaja ya en lecherías o está vinculado operativamente. Nuestro objetivo es que mantengan el entusiasmo y que se queden. La continuidad es clave”.
La gira a Países Bajos e Irlanda no solo fue una experiencia técnica y formativa. Fue una afirmación de que el futuro de la lechería chilena puede construirse desde la cooperación, la tecnología y el compromiso intergeneracional. Y, como ya están demostrando estos jóvenes, ese futuro ya comenzó.