Hacia fines de 2024 estará disponible una facilidad de financiamiento para proyectos por US$1.000 millones, tras acuerdo entre Chile y bancos de desarrollo internacionales.
Líderes y estrategias
Mientras países como Uruguay cuenta con una matriz energética renovable por sobre el 90%, la capacidad instalada renovable chilena bordea el 63% con una inyección que este año ha marcado un récord con un 41% de generación eléctrica renovable en lo que va del año. Este país está enfocado en la búsqueda de usos no energéticos para el H2V, Panamá ve en su Canal la oportunidad de generar al menos tres puntos de repostaje de combustibles verdes marítimos, mientras que Argentina está concentrada en desregular el sector para facilitar el avance de inversiones.
Ana María Ruz explicó que Chile cuenta con una Estrategia Nacional de H2V que establece los márgenes del instrumental de fomento y estándares sociales y medioambientales para el desarrollo de la industria. En ese sentido, detalló el llamado, que abrió el 17 de mayo y que cierra el 30 de octubre, para la fabricación o ensamblaje de electrolizadores en suelo nacional y que entrega un subsidio estatal del 60% de cada proyecto con un tope de US$10 millones.
“El proyecto de hidrógeno más grande de China de 200 GW tiene al menos 3 proveedores distintos de electrolizadores y el más grande proyectado en Chile de 10 GW necesitará más de un proveedor de estos equipos”, señaló Ruz. De ahí la relevancia de establecer una industria local que permita abaratar costos y mejora el acceso a electrolizadores, en los valles en donde se va a emplazar esta industria, explicó la directora del Comité.