Consorcio liderado por la Pontificia Universidad Católica de Chile inició su fase de absorción tecnológica para implementar terapias CAR T en el país. La iniciativa busca reducir tiempos de producción de semanas a menos de 24 horas y democratizar el acceso a este innovador tratamiento oncológico.
La iniciativa se enmarca en el Programa de Desarrollo Productivo Sostenible (DPS) liderado por el Ministerio de Economía, Fomento y Turismo y Corfo.
Con el objetivo de posicionar a Chile en la frontera de la medicina avanzada, comenzó la segunda fase del proyecto “CAR T Cells en Chile: Nuevas inmunoterapias de innovación”, iniciativa cofinanciada por Corfo a través de su Programa de Absorción Tecnológica para la Innovación (PATI).
El lanzamiento de esta nueva etapa se da tras finalizar una exitosa fase de prospección, que incluyó una misión tecnológica a centros de referencia mundial en Estados Unidos, como la Cleveland Clinic y la Case Western Reserve University (CWRU).
El proyecto, liderado por la Pontificia Universidad Católica de Chile y que cuenta con financiamiento del Programa de Desarrollo Productivo Sostenible (DPS), articula un consorcio de cinco empresas nacionales para hacer accesible en el país la terapia de células CAR T, un tratamiento de vanguardia contra el cáncer. Se trata de Positronpharma, Geneprodx, Domolif, Texas y Botanical Solution.
Las terapias CAR T reprograman las células del propio paciente para atacar tumores de forma precisa, pero su alto costo y complejidad han limitado su acceso. Este proyecto busca superar dichas barreras mediante la absorción de una plataforma tecnológica que reduce los tiempos de manufactura de semanas a menos de 24 horas.
Desde el Ministerio de Economía, la jefa de la División DPS del Ministerio de Economía, Aintzane Lorca, destacó la importancia de la iniciativa. “Valoramos la difusión de aprendizajes que está liderando la Pontificia Universidad Católica porque permite acercar tecnologías de frontera al país y fortalecer capacidades nacionales en salud avanzada. Creemos fundamental apoyar misiones tecnológicas como esta, que amplían el alcance de tecnologías ya existentes para acercarlas a las personas a través del sistema de salud chileno”, afirmó.
Por su parte, la gerenta de Innovación de Corfo, Jocelyn Olivari, explicó el origen del programa de apoyo. “El Programa de Absorción Tecnológica para la Innovación (PATI) nace de una observación clave: nos dimos cuenta de que estaba faltando un eslabón en la Ruta de la Innovación, una iniciativa que permitiera la absorción tecnológica con un acento especial en las pymes”. Olivari añadió que, al fortalecer estas capacidades, se les permite a las empresas “agregar valor, cerrar brechas de productividad y potenciar su competitividad, para que aporten con más fuerza a sus territorios y al país”.
Durante los próximos 12 meses, en la etapa de Absorción Tecnológica, las empresas trabajarán en adaptar y validar el conocimiento adquirido, un punto de inflexión para las organizaciones participantes del proyecto que pasan de la prospección tecnológica al desarrollo concreto de capacidades avanzadas que permitirán acercar las terapias CAR-T al país.
“Esta etapa nos exige mayor rigor, coordinación y velocidad, pero también abre oportunidades inéditas para conectar los retos de productividad e innovación de empresas con el gran desafío país que representa la lucha contra el cáncer. Con el apoyo de Corfo, estamos construyendo las condiciones habilitantes para que estas terapias de vanguardia puedan, en un futuro cercano, llegar a los pacientes que más las necesitan”, afirmó Santiago Barcaza, director del Centro de Innovación en Modelos Biomédicos Experimentales UC (CIBEM), entidad que lidera la iniciativa.
En esta nueva fase, por ejemplo, Positronpharma se especializará en el monitoreo inmunológico integral, desarrollando radiofármacos para seguir la actividad de las células CAR T en el paciente, un factor clave para lograr remisiones duraderas. A su vez, Domolif, otra de las empresas de este consorcio, reorientó su foco hacia la implementación de un estricto Sistema de Gestión de Calidad GMP (Buenas Prácticas de Manufactura) para asegurar la pureza, potencia y esterilidad de cada lote, un estándar no negociable para la terapia en humanos.
El proyecto “CAR T Cells en Chile” destaca como un gran ejemplo de esfuerzo público-privado para el país, que no solo busca democratizar el acceso a un tratamiento oncológico de última generación, sino también fortalecer el ecosistema de innovación empresarial en salud, generando capacidades locales de alto valor agregado y con un impacto directo en el bienestar de la población.